¿Quién es?


No es alguien,
es una espada que nos hiere;
alguna bestia que a su paso
nos dicta el abismo
al que debemos lanzarnos
como burbujas diminutas.

No es cosa,
es una especie de algo
que atormenta nuestras pasiones
y enciende mejillas
hasta que el cuerpo
se vuelve campo magnético
o duda.

No es aire,
es más bien una rosa
que sutilmente baila,
nos vuelve pecaminosos
espías de la noche
y entendemos que algunos pechos
se necesitan.

No es muerte,
es alguna vena que explota
o la cama ancestral
de algún sueño húmedo.
Ninguna de las muertes que conozco
nos mira el sexo
sin tanto pudor.

No es la ausencia
ni el delirio.
No es ímpetu
ni razón.

Esta cruz sobre el cuerpo enardecido
es la boca
que nos ama.

4 Se han dejado perfumar:

marisa dijo...
6 de septiembre de 2008, 5:08

que capacidad de hacer poesia de verdad..envidia pura..

Melcocha dijo...
6 de septiembre de 2008, 11:50

el espacio en el cual la atracción se convierte en deseo es tan pequeño que no se puede definir muy bien. probablemente sean matices distintos de un mismo color.

como cuando digo que quiero a alguien que realmente quizá estoy amando.

como siempre con vos, excelente post, Titania!!

Amorexia. dijo...
10 de septiembre de 2008, 8:03

Wow! que grande y yo aquí que no sabía como nombrarlo, ya tengo como explicarselo esta noche, cuando la abrace para dormir, sobre mi pecho, después de hacer el amor, y que mis palabras al fin lleguen a su entendimiento, como hace tiempo, llego a su alma.

Grande amiga.

Saludos desde mi extraño país.

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Perfume de un beso.