Beso bajo la lluvia


Son estas tardes y noches de octubre la que te traen a mi mente. Cada gota de esta lluvia me recuerdan esos besos que nos dimos y de los cuales fueron testigos. En la esquina, en el auto, en el corredor, en el elevador, en el restaurante, en la cama, en la oficina, en la tienda, en el súper, en el bar, en la oscuridad, a plena luz... donde fuera...

Mis labios se unían a los tuyos... ¿o eran los tuyos a los míos? Quien sabe... pero siempre que podían estaban juntos... bebían uno del otro, vivían uno del otro...

¿Pregunta o afirmación?


Mejor pasemos a la respuesta...

Hadas y hechizos

Yo le digo enamorarse
aunque sean cinco minutos
dos días
o una semana
esa maravillosa sensación al despertar
y sentir que se fue parte de un hechizo.

Las hadas, por suerte, no avisan cuándo llegarán.
Y por suerte, son mis amigas
Me visitan a menudo.
Yo las recibo siempre con todo listo
No vaya a ser que se enojen y no quieran volver

A veces se van rapidito, también.
Vienen de pasadita
Y lo dejan a uno con un bonito recuerdo del encanto.

Pero de pronto
les da por quedarse más ratito.
Uno se encuentra pensando más de lo normal
recordando más de lo normal
dando besos diferentes
y hasta viendo con otros ojos...


Y dan más ganas de abrazarte
Y de volver a verte.

No sé si eso fue lo que trataste de decirme anoche
cuando dijiste: sabés una cosa? vos me gustás mucho.
No sé vos, pero al menos creo que eso fue lo que yo sí quise decir
al responderte: y vos a mí.

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Perfume de un beso.