Desde la plaza de armas de un lugar cualquiera, te escribo una carta para que tú sepas lo que ya sabías, aunque no lo dijeras. Espero que llegue a tus manos y, que no la devuelvas. Que pagues el rescate que abajo te indico. Yo tampoco me explico, por qué no acudí antes a ti. Pero nadie puede salvarme, nadie sabe lo que sabes, y tampoco entregarían lo que vale mi rescate. No hay dinero, ni castillos, ni avales, ni talonarios, no hay en este mundo, -aunque parezca absurdo-, ni en planetas por descubrir, lo que aquí te pido. Y no te obligo a nada que no quieras. Las fuerzas me fallan, mis piernas no responden; te conocen, pero no llegan a ti. Decidí por eso mismo, un mecanismo de defensa. Presa como está mi alma, con la calma suficiente, ser más fuerte, y enfrentarme cuanto antes a la verdad, sin dudar un segundo, lo asumo, sólo tú puedes pagar el rescate. Devuélveme el amor que me arrebataste, o entrégaselo, lo mismo me da, al abajo firmante; pues no hay en este mundo, -aunque parezca absurdo-, ni en planetas por descubrir, lo que aquí te pido. Y no te obligo a nada que no quieras. Las fuerzas me fallan, mis piernas no responden, te conocen, pero no llegan a ti. Y no te obligo a nada que no quieras. Las fuerzas me fallan, mis piernas no responden, te conocen, pero no llegan a ti.
Y dicen las malas lenguas que esta canción fue compuesta en el Parque España en San José Costa Rica, y que además, Enrique Bumbury, su autor, llora cada vez que canta este tema...
3 Se han dejado perfumar:
excelente pieza y excelente cantante, cuándo veremos a bunbury otra vez por CR??? Saludos
ah mae....esa canción!! demasiado intensa! me recuerda una tarde de dolores no hace muchísimo tiempo
bunbury es un letrista maravilloso
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